Allá por los años 50 mis padres Mentor Vargas y Regina Guevara iniciaron un almacén de productos de primera necesidad en la ciudad de Ambato.

Pasaron los años y mi padre falleció en el año 1983 lo que me obligó a continuar con el negocio. Recuerdo que viajaba cada semana “a la costa” para abastecer el local comercial que lo administramos con mi madre y mis hermanos. Los productos de mayor rotación eran el azúcar y el arroz. Pero, para la sierra necesitábamos un arroz de muy buena calidad, rendidor, reposado y notamos que mientras más largo era el reposo, tenía mayor aceptación en el paladar de nuestros consumidores, pero no siempre se conseguía el producto con esas características.

Por el año de 1990 conocí a Ruth Rizzo quien me vendía arroz de muy buena calidad, ella tenía una piladora, pero por cuestiones logísticas la alquiló al señor Paco Galecio. En vista de que las ventas empezaron a mejorar, con el arroz de calidad de la señora Rizzo, surgió la idea de construir una piladora propia para poder satisfacer la demanda de nuestro producto.

Por su experiencia, le propuse a Ruth que fuera la administradora de esta naciente Industria. Compré 5 hectáreas de terreno en el kilómetro 13.5 de la vía Puntilla-Salitre cantón Daule al abogado Jacinto (Pelusa) Medina por el valor de 100.000 sucres en el año 1996 e inmediatamente se empezó la construcción de la piladora, a la que quería llamar “Caprichito” porque de comerciante de arroz, me convertiría en Industrial arrocero.